sábado, 10 de agosto de 2019

LA LEY MENDIZABAL




19 de febrero de 1836 por Juan Álvarez Mendizábal, ministro de Hacienda y presidente del Gobierno de la regente María Cristina de Borbón (viuda de Fernando VII y madre de Isabel II). Su expropiación afectó únicamente a los terrenos del clero regular –las órdenes religiosas–, por lo que la Iglesia lo excomulgó, así como a los compradores de dichas tierras.

La Desamortización de Mendizábal fue en principio muy ambiciosa y tuvo notables efectos recaudatorios e ideológicos (avivó tanto el anticlericalismo como el antiliberalismo en España). Pero, desde el punto de vista estrictamente social, fracasó: la división de los lotes de tierra se encomendó a comisiones municipales y éstas, aliadas con los oligarcas adinerados, manipularon el sistema. ¿Cómo? Creando grandes lotes inasequibles a los pequeños labradores que fueron comprados por nobles terratenientes y burgueses ricos, con lo que no se creó la clase media que se pretendía. Como vemos, la corrupción municipal no es de hoy.





 Con  la Ley de la desamortización de Mendizábal o lo que es lo mismo el desastre de expropiarle los bienes de la iglesia y se lo vendemos a los ricos de los pueblos dejando al margen los pequeños agricultores que sobrevivían a duras penas.
   Sirvió para que algunos vecinos pudientes pudieran adquirir nuevas propiedades agrícolas dentro de las campiñas  de los pueblos de los alrededores.





En la Gazeta de Madrid extraemos el siguiente comunicado del 26 de Agosto de 1842.

Boletín Oficial del Clero Regular, número 1.250, en la Provincia de Huelva, subasta de once a uno.

De una suerte de tierra calma de cinco fanegas en el sitio llamado de La Águilas o como Borregueros; término de Niebla, que perteneció a las monjas del convento de Santa Clara de Moguer, ha sido declarada indivisible por parte de la Comisión de Agricultura ( puesto que no se puede vender en parcela, lo que daría oportunidad al pequeño agricultor a tener alguna oportunidad de compra), la finca linda por la parte Sur con el carril que va a Villarrasa, al mismo tiempo es vecinal con las tierras de la fabrica y hospital de la dicha Niebla; esta finca se encuentra actualmente arrendada en 75 fanegas de trigo al año.

Parece según documento que la citada finca no tiene carga y cumple requisito para subasta, siendo apreciada con arreglo a lo prevenido en los artículos 18 y 19 de la Real Instrucción del 1 de Marzo de 1835 en 650 reales. Siendo su precio de salida actualmente en 995´ 29 reales de vellón con 17 maravedíes.









Esta subasta junto con tres parcelas más en Villalba de Alcor, cuatro de grandes parcelas en Villarrasa le son otorgada a los señores:

Don Mariano Suarez y Díaz, viudo, labrador y propietario, este vecino de Bonares y el otro don Ricardo Prieto Oroña natural de esta villa de Villalba del Alcor, antes Notario del Colegio de Sevilla único en esta villa don José María Gravado.
Documento de Ildefonso Gómez-Feria


Documento de compra al estado por parte de un grupo de vecinos de Bonares (Huelva) de unas fincas desamortizadas que pertenecieron al convento de Santa Clara de Moguer. Fecha 1849.
Diego Guzmán
Andrés Marquez
Antonio Conejo
Diego Camacho
Mariano Suarez
Andrés Moro
José Marquez Carrasco
Ramón Pulido
José Mateo Carrasco
Pedro Conejo
Bartolomé Padilla
Francisco Marquez
Bartolomé Marquez.
La compra costó 31.603 reales en 20 pagos.
Mientras la mayor parte de las tierras del clero se concentraba en los montes y cotos que fueron luego repartidos por los herederos para terminar en varias particiones como fueron el coto de don Felipe, el coto Fraile y el Obispero, llegando el término del Arroyo Gil distante del municipio de Bonares unos 15 kilómetros todos propiedades subastada del convento de Santa Clara de Moguer.




Este convento que era uno de los más importante de toda la Provincia del clero secular, con las ventas de sus bienes obligado por el estado español quedó en la ruina mientras los ricos hacendados amasaron fortuna que no pudieron llegar a los bolsillos de los pequeños agricultores.
                                       
 Los grandes propietarios locales como don Cristóbal Carrasco junto con don Mariano Suarez, luego familia y suegro de José Vega Carrasco el "Patuo", quedó este como el mayor propietario de este pueblo, además de prestamista y arrendatario.


 
 Otra compra efectuada el 6 de Marzo en Moguer antes el Notario don José María de la Corte, con el expediente de dominio número 79, f 207 es la venta de del Hospital de la Misericordia de este pueblo de Bonares que fue ermita, y que se encuentra en casi total ruina, desde el terremoto de 1755, situado en la calle Misericordia.
   Quedando bajo subasta pública en propiedad del señor José Vega el "Patuo".
   Con el tiempo quedó este pueblo siendo un gran propietario de grandes parcelas agrícolas en campiña de los pueblos vecinos, superior en muchas veces el doble  las que disponía el término local.


Para terminar en un estudio económico por parte de las oficinas bancarias Caja Rural, a finales de los años noventa del siglo pasado, confirmando que el pueblo de Bonares era el que más campiña agrícola había perdido  por sus ventas en toda la Provincia de Huelva y en eso hemos quedados. Partes de la fuente en el:
    A. H. P. H.
   José García Díaz.
  Bonares (Huelva)


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